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Afición por la lucha

Dejó escrito el antropólogo Antonio Mandly en su artículo Verdiales: la raiz y el ritmo (Música Oral del Sur, nº1, 1995) que

"comprender la fiesta es colocarse en un nivel estético de representación compartida, de sonidos que son sentidos a través de la acción, del ritmo, de la copla que se levanta como el relámpago [...] Para esto es imprescindible arrimarse al grupo de catetos en evolución que conforman las pandas, en calidad de cosujetos humanos, en una secuencia en que condicionamientos venidos del otro tipo de memoria, no nos impidan sentir su ritmo fluctuante, sensible pero inasible, inconcebible. Tal vez así estemos en disposición de echar un revezo o una lucha de fiesta, rifarla, levantar coplas y hasta bailarlas."


Ciertamente, quien pretenda hablar de los Verdiales con cierto fundamento tiene que atreverse a pasar la frontera de la mera audición y adentrarse en el terreno de la sensación. Una vez en él tendrá la certeza de que quien se emociona con la fiesta ya la entiende aunque no sepa articular ese conocimiento. Hacer este tránsito posible es, en buena medida, tarea de los que nos encontramos dentro de ese círculo de experiencia desde el que refulgen los vivos colores que al profano -como el que contempla exteriormente las vidrieras de una catedral- le permanecen ocultos.

Con esa intención quiero acercar aquí un rato de fiesta -de buena fiesta- que no he querido editar ni recortar para que pueda ser valorada en su rudeza y autenticidad original. En esta grabación hecha en Venta Cotrina durante la pascua de 1992 no hay alcalde que mande, canta el que quiere si es que puede y le deja la ronquera, la ebriedad u otras voces que compiten por el hueco de un paseillo; las coplas se pisan, se empiezan a la mitad o no se terminan; la panda va y viene movida por las rifas que la sacan a la calle y la vuelven a meter para adentro, los jaleos y ánimos se suceden... En definitiva, es una pequeña ventana abierta a lo que significa salir de Fiesta de Verdiales.


2 comentarios:

elkikae1940 dijo...

Y tan buen rato de fiesta, que as puesto aquí, desde luego yo la valoro como bien dices, porque me a recordado estar en el fragor de la fista, con su ambiente, el jalear del público al al cantaor que sale cantando.
Yo particularmente, la e sentido en lo que vale, mejor incluso que escuchar un buen video.
Gracias por este maravilloso fragmento, de buena fiesta.

Red Verdialera dijo...

Gracias Juan, a mi se me ponen los pelos como escarpias cada vez que oigo estas fiestas tan buenas. En ella estaban pedazos de fiesteros como El Rubio de las Casillas, el panderero Luis, Pepe Molina al violín, Juan Romero, Antonio Piteli y Salvori Gutierrez, cuya guitarra se oye a todo trapo en la grabación.

Un saludo.

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